Arbusto originario de Europa Central, introducido en Chile durante la conquista y actualmente cubre gran parte de la superficie, desde el nivel del mar hasta al menos los 2.000 m de altura. Se ha cultivado tradicionalmente como arbusto ornamental. Es un especie muy resistente, que tolera bien los altos niveles de alcalinidad. No requiere un suelo fértil ni un buen drenaje, además de ser muy resistente a enfermedades.
Sus frutos de intenso color rojo, están cargados de carotenoides, entre los cuales se destacan licopeno, rubixantina y beta-caroteno.
Rico en vitamina C, promotor de la regeneración de tejido articular dañado, estimulando a su vez la producción de colágeno. Dependiendo de la época de cosecha, la concentración fluctúa entre 513 mg/100g y 844 mg/100g. También posee otros compuestos bioactivos entre ellos antocianinas y compuestos fenólicos como catequinas, que hace que el consumo de la mosqueta tenga efecto antioxidante y favorezca la resistencia del organismo a las enfermedades. Empleados principalmente para elaborar conservas y mermeladas, también en la preparación de infusiones, a las que aporta un sabor astringente y ácido muy característico.
El polvo liofilizado de este fruto gracias a sus galactolipidos aporta una tremenda solución en el tratamiento de enfermedades asociadas a las articulaciones, disminuyendo la inflamación. Sus principios activos actúan inhibiendo y disminuyendo factores pro inflamatorios que destruyen el tejido articular en artritis.
Otra característica importante que le confiere a la mosqueta su cualidad nutracéutica es el alto contenido de ácidos grasos poliinsaturados (linoléico, linolénico y oleico) y salturados (estearico y palmitico) tanto en fruta y especialmente en semillas, siendo muy utilizadas para extraer aceite con propiedades cosméticas y dermatológicas, entre las que se destacan los efectos sobre la piel foto envejecida, debido a la exposición a las radiaciones solares que causan cambios morfológicos importantes en la piel. El efecto del aceite de Rosa Mosqueta sobre la piel dañada es la desaparición de las arrugas superficiales y la decoloración gradual de las manchas, así como también la atenuación de las cicatrices. Posee una gran actividad hidratante, gracias a su alto contenido de ácidos grasos esenciales que actúan en la regulación de la elasticidad cutánea y en el restablecimiento de la hidratación de la piel.
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